viernes, 22 de enero de 2010

El papel del protocolo

Se ha celebrado estos días unas sesiones sobre Protocolo en el Máster Gestión Estratétiga e Innovación en Comunicación de la Universidad de Málaga. La profesora responsables es María Teresa Otero de la Universidad de Sevilla y sus clases se han centrado en hablar del protocolo insertado en la estrategia de comunicación de las organizaciones.
Cuando se habla de protocolo entramos en un territorio que puede parecer alejado de nuestra actividad cotidiana pero creo que sería necesario intentar delimitar dos aspectos del protocolo. El primero es que se desarrolla primigeniamente en el contexto oficial y en el ceremonial de los actos públicos. Y en segundo que consiste en la aplicación de una serie de criterios de ordenación en los actos.
El principal elemento en el que se desarrolla el protocolo es en la esfera de los actos públicos y oficiales. De ahí que las principales regulaciones provengan de los decretos de precedencias que se puedan aprobar. Todo ello con la pretensión de que todo acto se gestione proactivamente y que los posibles problemas se solucionen con antelación. Es decir, antes de comenzar una discusión sobre dónde me debo situar o cuál es mi posición será necesario prever los espacios y las posiciones de las personas.
A pesar de que los puristas del Protocolo me puedan acusar de excesivo simplismo (¡perdón!) el protocolo persigue tres objetivos principales de ordenación:
- de personas para saber en qué lugar nos debemos ocupar
- de espacios para saber dónde se deben ubicar personas y cosas
- de tiempo para saber cómo se organizan temporalmente un acto.

Estos aspectos que están regulados en la esfera oficial y pública se han venido trasladando al ámbito privado de las organizaciones. Las entidades sociales, las Organizaciones no Gubernamentales, los partidos políticos, las empresas o los sindicatos han venido desarrollando normas de protocolo en la organización de sus eventos. En muchas ocasiones realizadas de manera intuitiva y con buena volentad. Y se está abriendo el camino de la profesionalización de esos eventos. El primero de los aspectos es la creación de normas de protocolo escritas u ahí se están encontrando algunos salidas profesionales para los especialistas en comunicación en las organizaciones.